El Vaticano considera el cambio de sexo y la maternidad subrogada como una violacion de la dignidad
CIUDAD DEL VATICANO – El Vaticano remarco este lunes en un documento la posicion de la Iglesia ante las que considera graves violaciones de la dignidad humana y entre las que incluye, ademas de las ya conocidas eutanasia o aborto, la teoria de genero, el cambio de sexo, la maternidad subrogada y “las nuevas violencias digitales”.
El texto del dicasterio para la Doctrina de la Fe, titulado ‘Dignitas infinita’ y cuya elaboracion ha durado cinco años, se publica con ocasion del 75 aniversario de la Declaracion Universal de los Derechos Humanos para ofrecer “tambien a la Iglesia la oportunidad de aclarar algunos malentendidos que surgen a menudo en torno a la dignidad humana”.
En el documento, presentado por el nuevo prefecto, el argentino Victor Manuel Fernandez, se enumeran las “violaciones graves de la dignidad humana que son de especial actualidad” y entre ellas la Iglesia se posiciona en contra de la practica de la maternidad subrogada, “mediante la cual el niño, inmensamente digno, se convierte en un mero objeto”.
Se trata de una practica “deplorable”, lamenta, “que ademas ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño y se basa en la explotacion de la situacion de necesidad material de la madre”, pues “un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato”.
Y en este sentido recuerda el llamamiento del papa Francisco para que “la comunidad internacional se comprometa a prohibir universalmente esta practica”.
La Doctrina de la fe, que hace unos meses publico que era posible la bendicion a las parejas del mismo sexo, reitera que “toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad” y denuncia como violacion de “la dignidad humana que en algunos lugares se encarcele, torture e incluso prive del bien de la vida, a no pocas personas, unicamente por su orientacion sexual”.
Sin embargo, carga contra “la teoria de genero”, que considera “extremadamente peligrosa porque borra las diferencias en su pretension de igualar a todos” y “pretende negar la mayor diferencia posible entre los seres vivos: la diferencia sexual”.
Por otra parte, condena los cambios de sexo porque, segun se afirma el texto,”es en el cuerpo, de hecho, donde cada persona se reconoce generada por los demas, y es a traves de su cuerpo que el varon y la mujer pueden establecer una relacion de amor capaz de generar a otras personas”.
“De ahi que toda operacion de cambio de sexo, por regla general, corra el riesgo de atentar contra la dignidad unica que la persona ha recibido desde el momento de la concepcion”, aunque matiza que “esto no significa que se excluya la posibilidad” en “una persona afectada por anomalias genitales, que ya son evidentes al nacer o que se desarrollan posteriormente”.
Y se menciona la “violencia digital” pues “basta pensar en lo facil que es, a traves de estos medios, poner en peligro la buena reputacion de cualquier persona con noticias falsas y calumnias”.
Un extenso apartado esta dedicado a “las violencias contra las mujeres”, entre ellas “la coaccion al aborto, que afecta tanto a la madre como al hijo, tan a menudo para satisfacer el egoismo de los varones”, pero tambien la poligamia, ademas de incluir una firme condena contra los feminicidios y pide “que se promueva una legislacion y una cultura de repudio a toda forma de violencia”.
Entre los temas mas importantes para la Iglesia figura la condena del aborto y en el texto se lamenta “la difusion de una terminologia ambigua, como la de ‘interrupcion del embarazo’, que tiende a ocultar su verdadera naturaleza y a atenuar su gravedad en la opinion publica”.
Tambien condena la eutanasia y el suicidio asistido y critica que se hable a veces de “leyes de muerte digna”.
El documento comienza considerando una violacion de la dignidad humana “la desigual distribucion de la riqueza” y “la guerra”, “aun mas grave en nuestra epoca, en la que se ha convertido en normal que, fuera del campo de batalla, mueran tantos civiles inocentes”.
Tambien considera una grave violacion de la dignidad humana los abusos sexuales, “un fenomeno que no esta muy difundido en la sociedad, afecta tambien a la Iglesia y representa un serio obstaculo para su mision”.
El texto tambien reafirma la necesidad de defender la dignidad de los migrantes y condena la trata de personas, el comercio de organos y tejidos humanos, la explotacion sexual de niños y niñas y el trabajo esclavo, incluyendo la prostitucion.
Asi como el trafico de drogas y de armas, terrorismo, el crimen internacional organizado, las “ignominiosas condiciones laborales” o el descarte de las personas con discapacidad.