Sorprenden a experimentada azafata de American Airlines con lingotes de oro y joyas
Cuando deposito su equipaje de mano en la cinta transportadora de la maquina de rayos X, Laura S., azafata con 28 años de servicio en American Airlines (AA), estaba tranquila. “Llevo monedas con fines solidarios”, atino a responderle a los oficiales de la Policia de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que le preguntaron por los “elementos de consistencia inorganica” que mostraba la pantalla. Pero, mentia. Cuando abrio la valija, los uniformados descubrieron dos lingotes de oro, un brazalete, una pulsera y un colgante.
Tras una consulta con el juez en lo penal economico Marcelo Aguinsky, los policias aeronauticos requisaron a la experimentada azafata y, en uno de los bolsillos del saco azul que vestia, encontraron tres fajos de billetes y tres monedas antiguas.
Pero habia mas, en dos valijas de mano, los uniformados secuestraron otros nueve fajos mas de billetes, un lingote de oro, recortes de laminas de oro, 27 alhajas, dos relojes, y una bolsa con una gran cantidad de monedas de distinto tipo y denominacion.
Todo ocurrio el 23 de septiembre del año pasado, cuando la azafata estaba por embarcar como tripulante del vuelo AA 900, que tenia como destino la ciudad de Miami, en los Estados Unidos. Ahora, Laura S., de 59 años, debera enfrentar un juicio por el delito de contrabando de divisas, lingotes de oro, laminas de oro, alhajas y relojes, en grado de tentativa.
Tras un pedido del fiscal en lo penal economico Pablo Turano, el juez Aguinsky elevo el expediente a juicio. El debate estara a cargo del Tribunal Oral en lo Penal Economico N° 2, segun informaron al periodico La Nacion fuentes judiciales.
“Cabe concluir que la conducta descrita fue realizada por Laura S. con conocimiento y voluntad, y que tenia el dominio del hecho que se le imputa, sin que se advierta en el caso –ni haya sido invocada por la defensa–, causa alguna de justificacion o exculpacion que pudiera incidir en su responsabilidad. Intento egresar irregularmente del pais dinero y elementos de valor, cuya procedencia no ha sido posible determinar, eludiendo el control aduanero al que debia someterse, por lo que no hay dudas de que se represento el resultado del plan ilicito y, queriendolo, continuo con su conducta, sin que se advierta o se haya planteado circunstancias que justifiquen su conducta o la excusen de reproche”, afirmo el fiscal Turano en el requerimiento de elevacion a juicio.
Segun se desprende del expediente judicial, a la azafata le secuestraron $11,413 dolares, 292,000 pesos colombianos y 19,360 pesos argentinos. Dos de los relojes descubiertos eran marca Rolex y el otro, Audemars Piguet. Las joyas y alhajas decomisadas tenian un peso total de 2,200 kilos.
Un especialista del Banco Ciudad, citado como testigo en la causa, taso los relojes y las joyas en $212,363, agregaron las fuentes consultadas.
En su primera indagatoria, la sospechosa no declaro. Despues, presento un escrito. “La totalidad de los dolares me pertenecen. Algunas de las monedas son mias y otras son de colectas, mas precisamente son de muchos pasajeros que ya no usan y nos las entregan como donacion. Respecto de las joyas y los lingotes de oro, tambien son mios y de mis hermanos. Hace mucho tiempo que los tenemos de una herencia familiar. Mis padres fallecieron hace muchos años y uno de mis hermanos el año pasado. Mi intencion era, teniendo en cuenta los problemas de inseguridad que hay en el pais, guardar todo en una caja de seguridad de un amigo en Estados Unidos, lo que me generaba mayor tranquilidad. No sabia que no podia llevar las joyas ni el oro, siendo parte de la herencia recibida, ignoraba la existencia de alguna prohibicion al respecto”, explico en la presentacion citada.
La experimentada azafata agrego: “Con relacion a los dolares, que eran de ahorro propio y mayormente de los denominados ‘cara chica’, los llevaba para depositarlos en mi cuenta de los Estados Unidos, la misma en la que me deposita los viaticos la compañia. Es mi deseo aclarar, que el excedente de los 10.000 dolares (yo sabia que no podia llevar mas de esa cantidad), se debio a una confusion. Imaginese que ya despues de tantos años que trabajo, no desconozco el limite de los U$S 10.000 y que con la cantidad de viajes mensuales que hago, no me hacia falta pasarme de ese tope maximo. Lo hubiese podido llevar en el siguiente viaje o en el otro”.
En una posterior ampliacion de la declaracion indagatoria y ante la consulta de si tenia documentacion para acreditar la procedencia de los lingotes de oro, joyas y alhajas, sostuvo: “No, porque eso es todo de la familia, todo herencia”.
Pero, para el fiscal Turano, no hay dudas de que la imputada intento aprovecharse de su condicion de azafata para transportar “mercaderia de terceros a cambio de una comision”.
El representante lo expuso con palabras en el requerimiento de elevacion a juicio: “Es preciso destacar que la imputada, por su experiencia como tripulante de la aerolinea American Airlines, con mas de 28 años de antigüedad, no solo no podia desconocer la prohibicion de exportar joyas, oro, relojes (todos ellos con una valor de $212,363) y el dinero en efectivo por sumas superiores a los $10,000, sino que se habria aprovechado de su condicion de tripulante de la aerolinea comercial American Airlines, y de la laxitud en los controles a que dicho personal esta sometido en general, para transitar los aeropuertos y atravesar aduanas, con el fin de transportar mercaderia de terceros cobrando por ello una comision. Para llevar a cabo dicho cometido y poder lograr extraer del pais este tipo de mercaderia sin llamar la atencion, es que la imputada procedio a ocultar el color dorado con pintura negra, de los dos objetos que resultaron ser de oro y de mayor peso y valor. Asi tambien, parte de las joyas secuestradas las habria llevado puestas como si fuesen propias, de forma tal de disimular que no eran de su pertenencia”.